Ryan Giggs, capitán de la selección olímpica británica de fútbol, ha creado una polémica en el Reino Unido al negarse a cantar el himno nacional al inicio de los encuentros, al igual que otros jugadores galeses de ese equipo.
La polémica volverá hoy al primer plano cuando la selección de fútbol británica se enfrente a la de Uruguay en el último partido de la fase de grupos de los Juegos de Londres.
Giggs, a sus 38 años icono futbolístico de la Liga inglesa y capitán del combinado nacional en este torneo, considera que el "God save the Queen" ("Dios Salve a la Reina") es más un himno inglés que británico.
En los dos anteriores encuentros del llamado equipo GB, frente a Senegal y Emiratos Árabes, el silencio de Giggs fue secundado por los también galeses Craig Bellamy, Joe Allen, Aaron Ramsey y Neil Taylor, lo que ha generado en el Reino Unido un acalorado debate sobre patriotismo, nacionalismo e identidad.
El partido de hoy se disputa en el Millenium Stadium de Cardiff, la capital de Gales, donde no sería extraño que al mutismo de Giggs y compañía se sumasen los silbidos de las gradas al himno.
El propio capitán ha efectuado un llamamiento para que se respete el "God Save the Queen", una petición a la que se unió hoy Bellamy.
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