El colombiano Radamel
Falcao García se ha encumbrado hoy en Bucarest como uno de los mejores
goleadores del mundo con dos goles que han doblegado al Athletic Club de
Bilbao y han dado una nueva noche de gloria, y van tres en dos años, al
Atlético de Madrid, al que el brasileño Diego le redondeó el 3-0
definitivo.
El equipo colchonero parece haberle cogido el gusto a los títulos
europeos y ha sumado el tercero -de los cuatro que tiene- en las dos
últimas temporadas imponiéndose sin paliativos a un Athletic que hoy
careció de todos los recursos y la magia que le han acompañado durante
todo su trayecto por la Euroliga.
Pero hoy los de Diego Simeone han sido manifiestamente superiores a los
Marcelo Bielsa, a los que ha superado de principio a fin. Desde que
Falcao hiciese en el minuto 6 un precioso gol en una jugada personal en
la que superó a Amorebieta antes de enganchar un disparo letal para
Iraizoz hasta que Diego certificase en el 85 con el 3-0, otra vez con
Amorebieta de por miedo, el claro triunfo madrileño.
En medio, en el 34, Falcao había asestado un segundo aguijón a la
defensa hoy de verde, en otra jugada que dejó mal a Amorebieta aunque
también a Aurtenetxe, con un segundo tanto a la media hora que ya cuando
lo marcó tuvo visos de decisivo.
El Athletic, fiel a la filosofía Bielsa, lo intentó hasta el final, pero
no fue el de todo el torneo y se lleva otra decepción en su segunda
final europea. De nuevo, 35 años después, no pudo ser para el conjunto
vasco, que además de su mal día ha sufrido la eclosión de un ariete de
raza, uno de esos jugadores nacidos para días así, para finales
importantes: Radamel Falcao, sin ningún género de dudas el jugador del
partido.
Sin sorpresas en el entramado táctico de ninguno de los dos equipos y
con Adrián atacando por la derecha comenzó ya mejor el Atlético que el
Athletic el partido.
Los de Bielsa parecieron algo nerviosos al inicio del choque, con varias
pérdidas de balón que le complicó mucho la vida ya en el arranque. Y ya
pronto los de Simeone, que ya habían avisado en el minuto 1, se
adelantaron.
Fue Falcao, intenso y concentrado al mil por mil desde el principio, el
que abrió el marcador. Lo hizo en el minuto 6 con un golazo en el que se
deshizo con un recorte dentro del área a Amorebieta para acabar
colocando el balón al palo largo, adonde no pudo llegar Iraizoz porque
el balón era casi imposible de atajar.
Recibió un duro castigo el Athletic a su comienzo dubitativo y el
Atlético un enorme premio a su salida a por el rival a su campo, donde
los colchoneros recuperaron varios balones muy peligrosos.
Poco a poco fueron recuperándose los vascos del mazazo y empezaron a
surtir de balones a Llorente, que tuvo dos oportunidades a pesar de
estar bien amarrado por los centrales, especialmente en el juego aéreo
por Godín.
Aún así, el ariete internacional español logró rematar de cabeza un
centro desde la derecha Iraola, en el que pidió penalti del central
uruguayo. Otro remate fallido de Llorente, en esa ocasión con el pie y
fuera, un fuerte tiro de lejos de Munian bien detenido por Courtois y un
par de caídas en el área local protestadas por los jugadores visitantes
dieron paso al segundo gol del partido. Marcado, como no, por Falcao,
que sacaba petróleo de cada debilidad -hoy unas cuantas- de los de
Bielsa.
El colombiano puso el 2-0 en una jugada nacida de una pérdida de
Amorebieta al borde en la frontal de su propia área y continuada por
Tura, que robó el balón al central 'vinotinto'. El turco centró sobre
Falcao, frente al que se resbaló dos veces Aurtenetxe, y el de Santa
Marta, fusiló de nuevo a Iraizoz.
Falcao, que se jugó una segunda amarilla al borde del descanso, aún pudo
aumentar su cuenta en un nueva acción terminando una primera parte a la
que dio carpetazo un chut desviado de De Marcos al borde del área.
Con casi todo perdido, Bielsa movió sus piezas en el paso por vestuarios
y Aurtenetxe e Iturraspe se quedaron en ellos para dar paso a Ibai
Gómez, un cambio habitual, e Íñigo Pérez, raramente medio de contención
con Iturraspe en condiciones.
Simeone, en cambio, nada tenía que cambiar de su casi perfecta media parte
Y parecía darle algo de resultado el movimiento de sus peones al de
Rosario, ya que a los 20 segundos de la reanudación una peligrosa colada
por la derecha de Muniain estuvo a punto de dar un disgusto al
Atlético. Pero lo enmendó Miranda, cediendo el primero de los varios
córneres que botó su rival en los primeros minutos del segundo tiempo.
Todos infructuosos.
Superó el Atlético ese pequeño momento de apuro y para el minuto 6 Diego
casi encuentra el 3-0 en un balón largo no despejado por la defensa
bilbaína. Sobre la hora de partido, Llorente tuvo una opción en el área
pero no estuvo rápido y se le cerraron dos rivales.
Un lanzamiento fuera de Adrián y un chut alto de Ibai, en ambos casos
fuera del área y en el segundo tras no llegar Llorente a un centro desde
la derecha, dieron paso al último cuarto de choque.
Comenzó el tramo final con un error de Juanfran que pudo costarle caro a
su equipo. El alicantino perdió la pelota ante Ibai dentro del área,
pero el tiro final de De Marcos se fue muy alto.
Siguió con su asedio el Athletic, pero ni Susaeta ni Llorente tuvieron
su mejor noche. Al contrario que Falcao que amenazó un tercer tanto con
un tiro al palo. Y que Diego, que redondeó la fiesta rojiblanca
colchonera marcando el definitivo e inapelable 3-0.
- Ficha técnica:
3 - Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe;
Gabi, Mario; Adrián (Salvio, min.88), Diego (Koke, min.90), Arda Turan
(Domínguez, min.93); y Falcao.
0 - Athletic Club de Bilbao: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta,
Aurtenetxe (De Marcos, min.46); Iturraspe (Íñigo Pérez, min.46), De
Marcos, Herrera (Toquero, min.63); Susaeta, Muniain y Llorente.
Goles: 1-0, min.6: Falcao, en jugada personal. 2-0, min.34: Falcao, a
pase de Arda Turan. 3-0, min.85, Diego, deshaciéndose de Toquero y
Amorebieta.
Árbitro: Wolfgang Stark (Alemania). Mostró tarjeta amarilla a Falcao,
del Atlético de Madrid, y a Herrera, Amorebieta e Íñigo Pérez, del
Athletic Club.
Incidencias: Final de la Liga Europa 2011-2012, disputada en un Estadio
Nacional de Bucarest casi lleno con 52.347 espectadores. Noche agradable
y terreno de juego en buenas condiciones.
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